Feminismo y antifeminismo: Cuando el activismo solo refleja el culto al ego.
Los paralelismos no son extraños en nuestra sociedad, y tampoco, algo nuevo. Surgen o tratan de surgir como contraposición o contrarrespuesta a algo. El feminismo nació como una manera de hacer notar que las mujeres podíamos aportar con algo más allá que la crianza de los hijos; cuando éste se originó, es decir, en conjunto con el marxismo, respondía a las problemáticas, valores, visiones y circunstancias de la época, que hoy día podemos analizar con más detenimiento y concluir cuáles fueron los fallos de las bases de su fundación en aquel entonces y que hacen que en la actualidad sea un movimiento prácticamente torpe y sin norte. Ojo, no hay que estrictamente desmerecerlo, por más que yo o muchos no comulguemos con él, y luego iré explicando el porqué. En contraste, nació el antifeminismo, que no es actual, nació apenas unos años después del feminismo como respuesta opositora a varias políticas que éste proponía, pues alegaban que iba contra los valores conservadores. En vista del